En la curtiembre las pieles son lavadas nuevamente y se retiran
los restos de carne adheridos a la dermis para comenzar con el proceso de curtición. En
el curtido se pueden utilizar diversos productos para obtener la calidad y
resistencia deseada. Hay diferentes mecanismos para el proceso, se utilizan
bombos o botales, molinetas o cubas entre los más comunes.
Después de tres días de acondicionar varios productos las pieles son retiradas y apiladas para que fijen los elementos y
actúen adecuadamente quedando listas para ser teñidas. Las pieles de pescado se
pueden teñir como cualquier otra piel y así llegar a los colores deseados. En
la actualidad existen diversos productos para el teñido que benefician y realzan el
acabado final.